lunes, 18 de agosto de 2008

Opinión - Paola Lemme

Viendo una vieja entrevista a Juan Perón, lo escuchaba diciendo que no hay peor pecado que mantenerse inactivo cuando se definen los destinos de la Patria. Frase oportuna para pensar, al menos, sobre dos cuestiones que se han vislumbrado con este conflicto “campo/gobierno”.

Por un lado, resultó interesante, aunque no sorpresivo, ver tanto “revolucionario” mirar como los tres meses de “enfrentamiento” pasaban por delante de sus ojos, mientras con el pecho erguido continuaban esgrimiendo su gloriosa consigna: “ni con el campo, ni con el gobierno”, ni con nadie, podría agregarse. La pregunta sería con quién entonces; a qué trabajadores representan; en quiénes piensan; cómo participan en las definiciones políticas. No importa, siempre y cuando quede en claro que con los K no. No importa cómo ni por qué.

Ejemplo más bochornoso aún: banderas del MST (entre otras) flameando en Olivos mientras el número dos de la Sociedad Rural exponía su discurso pedante.

En realidad, por supuesto, esto no exhibe ningún descubrimiento, pero termina de ridiculizar esas posturas y permite corroborar que su discusión política se da en una realidad que definitivamente, corresponde a otros mundos. En una coyuntura como esta, donde es imprescindible acompañar una medida de indiscutibles rasgos progresistas, porque enfrente está lo más recalcitrante de la oligarquía terrateniente, los tipos dicen: NO, por supuesto. Y como siempre, NO ( en realidad, también suelen decir YA!). Mientras tanto, y también como siempre, estas corrientes no hacen más que engordar el caldo a la derecha. Claro que eso no importa, porque Cristina es soberbia y autoritaria. Y, también porque para esta gente Kirchner es más o menos lo mismo que Videla. Una vez más, en el mejor de los casos, la miran por TV. Patético, vergonzoso.

Por otra parte, esa expresión de Perón se convierte en máxima. Viendo actitudes deplorables como las mencionadas, la única reacción posible es la acción. Dar el debate necesario; discutir; movilizarse; organizarse, se vuelven las salidas ideales para evitar que los destinos del país estén manejados por gente con pasado e intereses nefastos, que hoy, con la complicidad de los monopolios de la comunicación han logrado confundir a muchos ciudadanos.

El momento exige de nosotros salir a ganar el debate con ideas.
Ese es el rol que debemos encarnar como ciudadanos, pero fundamentalmente como juventud. Juventud que resiste las marcas del neoliberalismo y se rebela, resiste, defiende. Lugar definitivamente político, pero en el camino por desterrar la concepción de ese término que nos aleja; construyéndola nosotros, renovándola. Eso, también es política.

Compromiso indispensable para que la voz del pueblo se sienta; para decirle a Miguens que él no manda nada. Que eso ya pasó.

"El peor analfabeto, es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, que el precio del poroto, del pan, de la carne, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de las decisiones políticas, Es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el niño abandonado y el peor de todos los bandidos: el político corrupto, mequetrefe y lacayo del gran capital". (Bertolt Brecht)


Paola lemme