lunes, 15 de diciembre de 2008

Sobre la canasta básica y algunos MAL entendidos

Son de conocimiento público las declaraciones formuladas por un funcionario de nuestro municipio, respecto del índice de inflación en los alimentos que integran la canasta básica.
Frente a estas afirmaciones, propongo algunas reflexiones para no caer en mal entendidos, ya sean estos, producto de la falta de información o de una pretendida tendenciosidad por parte de nuestro coterráneo. Siguiendo el universal principio jurídico que establece “todo ciudadano es inocente hasta se demuestro lo contrario”, opto por pensar, en una primera evaluación, que los trascendidos fueron producto de mala o insuficiente información.
La tan mencionada “canasta básica” a la que hace referencia nuestro vecino engloba al conjunto de bienes y servicios que definen las necesidades básicas de las personas. A partir de ella se determina, el nivel de pobreza existente en el país. Esta categoría se divide en dos, por un lado la Canasta Básica de Alimentos, que agrupa a todos los bienes alimenticios necesarios para cubrir con los requerimientos nutricionales mensuales de una adulto (pan, aceite, harinas, frutas, hortalizas, legumbres, etc); por otro a la Canasta Básica Total, que incluye además de los nombrados ítems, necesidades básicas no alimentarias (vestimenta, transporte, salud, educación). Para la medición del valor de los productos que integran estas categorías, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos lleva adelante un relevamiento estadístico en diversos puntos del país, midiendo en forma comparada el valor monetario de los productos, para obtener una muestra lo mas exacta posible.
Hecha esta aclaración, quiero plantear que es totalmente desacertado tomar dos o tres productos elegidos “a dedo” en un comercio de una sola localidad el país y elaborar un pronóstico universal. Esto es un error de método estadístico, dado que no se puede tomar un solo supermercado y dos o tres bienes para hacer una diagnóstico universal: es como decir que el kilo de helado aumentó un porcentaje determinado en Avellaneda y el de pan otro en Capital, y por lo tanto, todos los bienes y servicios de la economía argentina han subido un porcentaje x calculado en base al promedio de los aumentos del helado y el pan. Dicho ejemplo, que es un absurdo, no se diferencia mucho de las afirmaciones de nuestro querido compañero saladillense
Pero hay algo mas aberrante que el “error” metodológico y es el engaño hacia toda nuestra comunidad. Los números utilizados arbitrariamente y sin ningún tipo de seriedad solo tienen una explicación, manifiesta intencionalidad política. Y permítanme aquí dudar del principio de inocencia que formulé al inicio de este artículo.
Hay una curiosa casualidad, estamos entrando en un año electoral y este funcionario realiza estas afirmaciones imprecisas e inexactas. ¿Se equivocó? ¿Esta mal asesorado?
Me arriesgo a pensar todo lo contrario y “que la historia me juzgue” si soy mal pensado… O mejor aún si estoy equivocado, propongo a nuestro compatriota saladillense que difunda los “minuciosos estudios” que llevo a cabo para medir la inflación en todo el país.
Nuestro vecino tiene todo el derecho del mundo de hacer campaña política (un poco apresurado, dado que todavía falta bastante; pero en fin, cada uno tiene sus tiempos) de lo que no tiene derecho es de manipular datos, y junto con ellos a todos nosotros, los miembros de nuestra comunidad saladillense.
Esto es mas grave aún, debido a que esta persona esta haciendo uso de una función pública, y todos los habitantes de Saladillo estamos pagando su salario para que trabaje por nosotros, por lo que es una irresponsabilidad tremenda que un funcionario haga declaraciones sin fundamentos concretos y rigurosos (no hizo ningún estudio previo, solo se dirigió a un solo supermercado y en base a ello “elaboró” el índice de inflación de todo el país.)
En contextos como los actuales, en los que la crisis financiera internacional toca las puertas de todos los países y los gobiernos de todo el mundo hacen hasta lo imposible para que el pánico no genere una corrida bancaria; generar confusión y miedo en la gente con el solo fin de atender intereses partidarios, no solo es una actitud irresponsable y riesgosa, sino también mezquina y que denota una falta de planificación política y de gestión. Como ciudadano y saladillense le propongo, respetuosamente, a este funcionario que en el futuro sea mas responsable con su deber y no difunda cifras sin ningún basamento mas que su propia percepción.
La misma seriedad que muchos compatriotas le piden al INDEC, al no sentir su realidad representada por las estimaciones que este realiza, debemos reclamar a este servidor público cuando desde su cargo gubernamental realiza afirmaciones hacia toda la comunidad.

Agustín Justo – DNI 31289986
Estudiante de Ciencia Política.
Ciudadano de Saladillo.
agustinnicolasjuto@yahoo.com.ar


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Nota del responsable de la Oficina Municipal de Información al Consumidor, Geremías Paoltroni mintiendo y desinformando al pueblo de saladillo.