martes, 10 de febrero de 2009

La pelea por la caja

Eduardo Buzzi
Esta furioso por haber perdido las cartas de porte ya que el Gobierno le quitó un negocio que la Federación Agraria recibió de Cavallo en 1992. “Es macartismo”, denunció el dirigente del campo, y volvió a impulsar el paro y los cortes de ruta.



Bastaron menos de diez palabras para reactivar una guerra que parecía aquietada. “Se decreta la gratuitad de las cartas de porte”, fue la frase que dijo la presidenta y desató la ira de Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria. Lo que significa que los formularios indispensables para el transporte de granos y cereales –que reflejan los movimientos físicos de los granos en las distintas etapas de la comercialización, alrededor de 12 millones de cartas, que representan 200 millones de pesos– serán gratuitos y podrán bajarse por internet. Esta ventaja para el sector agropecuario se convirtió en un boomerang en pocos segundos. El hasta ahora “negocio” de la Federación de Centro de Acopiadores de Cereales en un 89,3 por ciento y de la Federación Agraria en un 10,7 por ciento, se derrumbaba como un castillo de naipes. Por lo tanto, Buzzi perdía los 7 millones de pesos en facturación bruta que iban a parar a las arcas de la Federación Agraria.

Capitaneada por Buzzi, esta entidad se hizo acreedora del cobro de las cartas de porte en 1992. Antes, esta tarea era responsabilidad de la Junta Nacional de Granos, un organismo público encargado de regular el mercado de granos que fue disuelto en 1991 por el decreto 2284/91 de desregulación de mercados, elaborado por el entonces ministro de economía, Domingo Cavallo, bajo la presidencia de Carlos Menem. Curiosamente, Buzzi, en pleno conflicto del campo, había reclamado en varias ocasiones la vuelta de la Junta Nacional de Granos. Incluso, uno de los proyectos que presentó en la era K fue un pedido de modernización de aquel organismo, bautizado en la época del general Juan Domingo Perón como el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio).

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